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jueves, 20 de noviembre de 2014

Educación emocional en la familia





familia-1.jpg¿Favorecemos como padres de familia un clima emocional que permita a nuestros hijos un óptimo desarrollo personal y académico? ¿Por qué los padres de familia somos responsables de generar un clima emocional adecuado, para que nuestros hijos desarrollen las habilidades sociales que les permitan una buena actuación para la vida?. 
 
La influencia que tiene la familia para generar un adecuado clima  emocional desde la infancia es determinante, ya que es el primer grupo social con el que tiene contacto la persona y a partir de ella, se comienza a percibir adecuadamente los hechos sociales que cada vez son más complejos, siendo necesario que tenga mayor conocimiento y control de sus emociones, para poder expresar de manera adecuada sus sentimientos y pueda proyectarse en una mejor calidad de vida.

“Las habilidades sociales son las capacidades que posee el individuo para resolver sus propios problemas y las de su medio sin perjudicar a los demás” (Goldstein 1980). La familia es un espacio de encuentro personal, de filiación, de donación en su significado más profundo y humano; la familia es un encuentro que da identidad; tiene gran importancia tanto en el desarrollo de la personalidad, como en el contacto interpersonal, además tiene efectos en la motivación hacia el estudio y de las expectativas de éxitos académicos en el futuro (Papalia 1999).

Así también otros expertos consideran como factor significativo para el rendimiento académico,  el clima familiar (Baeza, 1999) ya que le brinda el tener adecuadas relaciones interpersonales primero con los integrantes de la familia y luego con otras personas.

El clima laboral está relacionado con las interacciones que los padres desarrollan con los hijos en el hogar, las cuales varían en cantidad y calidad (Benítez, 2000). El tipo de interacción familiar que establecen los sujetos desde su temprana infancia, ejerce influencia en sus diferentes etapas de vida, facilitando o dificultando las relaciones en las diferentes esferas de actividad: educativa, formativa, social y familiar.

Como ya se ha mencionado, el primer referente en la construcción de la socialización del  niño/a y adolescentes es la familia, pues proporciona los modelos para las conductas sociales tales como escuchar, iniciar y mantener una conversación y reglas de cortesía (saludar, dar las gracias, esperar un turno, pedir por favor las cosas, pedir perdón, pedir permiso, etc.,) la interacción social inicia desde la primera infancia, favorecida por adquisiciones efectivas características de ésta etapa del desarrollo humano.  Sin embargo, el avance de las habilidades sociales no es igual en todas las personas ya que es influenciado por factores como el género, la personalidad y  los estímulos recibidos.

Las habilidades sociales pueden definirse como “la conducta que permite a una persona actuar con base en sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales, sin negar los derechos de los demás”  (Alberti y Emmons, 1978). En la adolescencia es muy importante el desarrollo de éstas habilidades porque en esta etapa de vida, además de producirse un cambio físico y psicológico, cobrará un gran valor lo referente al ámbito de las relaciones y de intercambio social, ya que empiezan a  ser más independientes de su familia y a buscar su identidad a través de su identificación en su grupo social de iguales, con los cuales tienen que relacionarse, así como también con personas mayores que ellos, de los que los separa una distancia cultural importante (padres, profesores ) y con el otro sexo. 

Las normas que están rigiendo al mundo han cambiado, actualmente no solo se nos juzga por lo más o menos inteligentes que podamos ser, ni por nuestra formación o experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Las habilidades sociales siempre deben de desarrollarse porque se requieren en cada etapa de nuestra vida.

La inteligencia académica no es suficiente para alcanzar el éxito profesional, sino es el conocimiento de nuestras emociones y como gobernarlas de forma apropiada para que colaboren con la inteligencia, así como el cultivar las relaciones humanas, el interesarse más por las personas que por las cosas y el entender que la mayor riqueza que poseemos, es el capital humano.

La inteligencia no garantiza el éxito en la vida cotidiana, tampoco garantiza la felicidad, ni que tengamos más y mejores amigos, sino que las habilidades emocionales y sociales son las responsables de nuestra estabilidad y de nuestro ajuste relacional.

La educación emocional debe contar con los padres de familia, ya que juegan un papel importante en la educación emocional de los integrantes de la misma, ya que como hemos comentado, es  el primer espacio social  con el que cuentan los hijos y en donde  de acuerdo al clima emocional en el que se encuentren, determinará su actuación para la vida.

¿Queremos hijos felices y exitosos en la vida?, entonces los padres de familia debemos comprometernos a ser mejores como personas, a tratarlos con respeto a orientarlos con cariño y corregirlos con amor, sólo de ésta manera estaremos cumpliendo con la responsabilidad que se nos ha confiado.

Nadie dijo que educar a un hijo es cosa fácil, pero lo que es seguro, es que con tolerancia, entusiasmo y conocimiento de lo que necesitan para su desarrollo biopsicosocial, podremos darles una buena educación para la vida. 

Recordemos una frase de San Agustín de Hipona: “¡paciencia, paciencia … y más paciencia!"
 

Agradecemos el presente artículo a la Dra. Denis Andrea Márquez Acosta: Psicóloga Educativa, Maestría en Enseñanza Superior, Maestría en Administración Escolar, Doctorado en Pedagogía, Diplomado en Psicología del Deporte y Diplomado en Terapia Familiar. Experiencia Docente en Educación Superior en las Licenciaturas de Ciencias de la Educación, Medicina y Psicología. Actualmente Coordinadora Académica de Licenciaturas en la Escuela Dr. Alberto Zoebisch.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días! Agradezco la creación de este blog y aun más lo interesante de su contenido, sin duda alguna la responsabilidad que tenemos como padres de familia es de suma importancia el papel que desarrollamos en la formación personal, social y académica de nuestros hijos. Como lo mencionó cada día se vuelve más compleja la situación social y la capacidad que deben de tener para desarrollarse con demás debe de ser a través de su autoconocimiento y estabilidad emocional, respetarse y respetar a los demás. Y encontrar en la familia el apoyo para saber que se les ama, y estamos dispuestos a darles la educación no únicamente al enviarlos a una adecuada escuela sino también con el ejemplo en el hogar. Quedo a sus órdenes. Y agradezco la excelente calidad educativa que siempre han mostrado así como la atención afectiva para con mi hija.
Atte.
Angélica Sánchez Rubio