Andrea quiere salir a una fiesta y como no le
dieron permiso por culpa de sus calificaciones, se va sin avisar.
¿De qué forma actuarías tú?
El
establecimiento de límites en los adolescentes es uno de los problemas con los
que se enfrentan los padres de hoy. Uno de los principales dilemas al momento
de educar es el tipo de castigos, premios y hasta “amenazas” que deben imponer
con tal de que obedezcan.
La
influencia que como padres se tuvo hasta antes de la adolescencia, se ve
claramente reducida, la familia ha cambiado, la edad de sus miembros ha
aumentado, por lo que las reglas no pueden ser iguales. Se genera una abierta
lucha de poderes.
Destaquemos
un punto determinante, la relación entre un adolescente y sus padres no es
igualitaria, es decir, los padres tienen que mandar, por el bien de un joven
que aún no tiene capacidad de controlar previamente su vida.
Al
educar a nuestr@s hij@s primeramente debemos considerar con qué propósito lo
hacemos:
·
¿Quieres
vengarte? Aplica una represalia
·
¿Quieres
controlar? Aplica castigos
·
¿Quieres
educar? Mantén la meta de formar, no generes violencia ni rencor
La
adolescencia es la época en que se pone a prueba la flexibilidad del sistema
familiar, la capacidad de adaptación y de “actualización” de las normas y las
formas de comunicación. Un hecho evidente es que con el paso del tiempo, los
adolescentes de hoy son más “temidos” y más “mimados” que hace veinte o treinta
años.
Los
padres de hoy necesitan tener prestigio ante sus hijos para ser autoridad,
lográndose mediante una conducta definida, con principios y sin titubeos.
Borbolla
(2010), señala algunas premisas básicas para conducirse de manera adecuada ante
sus hijos adolescentes:
- No educar al parejo
- No educar pasando por alto nuestra forma de ser
- Educar, corregir, castigar, según el caso y la edad
Los
adolescentes necesitan padres y madres, que:
- Sean firmes, coherentes y seguros como pilares de los que se pueden sostener, aunque externamente no lo reconozcan.
- Sepan negociar concesiones pero nunca convicciones.
- Eduquen los valores morales con convicción.
- No confundan la comprensión con la complacencia o la indiferencia.
- No repitan veinte veces las cosas, sino que las digan una vez y después hagan cumplir las consecuencias naturales.
- Estén seguros de que ponerles límites significa ocuparse de ellos y amarlos profundamente.
Y TÚ, ¿QUÉ
ESTILO DISCIPLINARIO EMPLEAS?
EL PÉNDULO DISCIPLINARIO
Estilos
|
||
SOBREPROTECTOR
Pasividad
(evasiva o sumisa)
|
EDUCACIÓN
(Asertividad)
|
AMAESTRAMIENTO
Agresividad (ofensa verbal
o violencia física)
|
Libertad de
expresión de las emociones y la conducta SIN TOMAR EN CUENTA A LOS DEMÁS
dejando que el joven haga lo que desee sin límite o haciendo las cosas por
él.
|
Libertad de
expresión de las emociones y la conducta TOMANDO EN CUENTA A LOS DEMÁS a
través de la comunicación asertiva, procesos de negociación.
|
Represión de
la expresión de las emociones y la conducta a través del maltrato físico y/o
psicológico.
|
SIN
SISTEMA DISCIPLINARIO
|
SISTEMA
DISCIPLINARIO DE CONSECUENCIAS
|
SISTEMA
DISCIPLINARIO DE PREMIOS Y CASTIGOS
|
Posibles
consecuencias:
|
Posibles
consecuencias:
|
Posibles
consecuencias:
|
ÉNFASIS EN EL CHANTAJE
Miedo
a educar
|
ÉNFASIS EN LOS VALORES
Claro
y consistente al educar
|
ÉNFASIS EN LA OBEDIENCIA
Sobrerreacción
y exageración
|
Los
padres deben tener un fuerte sentido de autoridad moral, de tener el derecho a
ser respetados y obedecidos.
Baumrind
(citado por Lickona, 2010), identificó tres tipos de padres:
- Autoritarios: usaban muchas órdenes y amenazas, pero pocos argumentos racionales.
- Permisivos: daban mucho afecto pero ejercían poca autoridad.
- De autoridad: combinaban una autoridad llena de seguridad con argumentos racionales, imparcialidad y amor.
Estudios
subsecuentes de Lawrence Steinberg, psicólogo de la universidad de Temple y sus
colegas, estudiaron a veinte mil adolescentes y a sus familias en nueve
comunidades distintas de EU. Descubrieron que los adolescentes hijos de padres
de autoridad eran los más seguros, perseverantes y exitosos en la escuela y los
menos propensos a consumir drogas o alcohol.
Para
establecer un estilo para ser padres de autoridad, es necesario apuntar a tener
una política de cero tolerancia para el habla y el comportamiento irrespetuoso.
El hecho de no corregir ese tipo de comportamiento con firmeza y coherencia,
permitirá aumentar la tolerancia, así como las actitudes irrespetuosas de los
hijos. Si permitimos que los adolescentes se salgan con la suya cuando son
irrespetuosos, pronto perderán el respeto por nuestra autoridad moral. Y si no
respetan la autoridad moral, no respetarán las reglas, ejemplos o enseñanzas
morales.
Los
límites son necesarios en la adolescencia, reflexionemos:
- ¿Soy un padre/madre firme al momento de imponer límites en la conducta de mi hij@?
- ¿Por qué es importante que los límites que impongo estén basados en valores?
- Con base a tu experiencia, ¿Cuál es el riesgo de que un adolescente no se apegue a límites adecuados de comportamiento?
Fuentes consultadas:
- Borbolla de Niño de Rivera J. (2011), Profesión mamá: adolescencia (la maestría), México: Producciones Educación Aplicada,
- Lickona T. (2010), Carácter, cómo ayudar a las nuevas generaciones a desarrollar el buen criterio, la integridad y otras virtudes esenciales. México: Producciones Educación Aplicada.
- Schmill H. V. (2003), Disciplina inteligente, Manual de estrategias actuales para una educación en el hogar basada en valores, México: Producciones Educación Aplicada, 4ta. Edición
Artículo escrito por:
Claudia Verónica Villegas
García
Originaria
de Pachuca, Hgo., actualmente es Coordinadora de Psicopedagogía y Docente en la
Preparatoria Zoebisch. Cuenta con la licenciatura en Psicología y la Maestría
en Tecnología Educativa.
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