“No está funcionando. Las calificaciones
de mi hijo siguen igual o peor a pesar
de haberle quitado el auto, el celular, los vídeo juegos y prohibirle las
salidas”.
Este fue comentario de una madre
durante la plática
con un grupo de padres, intercambiado estrategias sobre lo que funcionaba y no
respecto a la modificación de conductas inadecuadas.
A menudo los padres recibimos
consejos sobre la importancia de los límites en la crianza de los hijos y nos
abocamos a establecerlos de la forma más puntualmente posible. Este
enfoque basado en “haz
lo que yo te digo y te daré lo que quieres” en ocasiones funciona, pero es
limitado y puede fallar en cualquier momento, ya que el mensaje que nuestros
hijos reciben es: ¡únicamente, me importa
tu conducta! mientras que las intenciones de tu corazón y el carácter
que tengas no.
Conforme los hijos crecen los
retos se vuelven cada vez más desafiantes, algunos padres incluso llegan a perder el deseo de
estar cerca de sus hijos, porque los han herido y lastimado, estos padres en
ocasiones sólo se
conforman con librar la batalla cada día y esperar a que ocurra la siguiente crisis,
desgastando cada vez más
la relación, y
perdiendo de vista que los problemas no vienen de la nada.
El adolescente, se porta mal, saca bajas
calificaciones o falta al respeto, por alguna razón, por lo tanto será necesario ir más allá de la superficie ya que si nos
enfocamos a la modificación de conducta, se quedará sólo a nivel de comportamiento, mientras que si trabajamos en el carácter y en el corazón de nuestros hijos iremos a un
nivel más profundo
y por lo tanto más duradero.
Un adolescente dolido o desalentado,
necesita salir de sí mismo,
ser escuchado y ser aceptado. Por lo tanto, antes de establecer límites es necesario trabajar para
contactar con ellos, conocerlos y tener una relación profunda, empática e incondicional.
Algunos principios que nos
pueden ayudar al establecer límites con nuestro adolescente son:
Amor: estoy de tu lado
Es importante transmitirle que
nos importa su bienestar y que queremos lo mejor para él, por lo tanto no imponga
consecuencias en momentos de enojo, generalmente los adolescentes se resisten a
los límites, porque
le parecen confusos, duros y estrictos.
Verdad: reglas y requisitos
El amor abre la puerta al cambio, pero no es
suficiente. Es necesario transmitir reglas claras y expectativas concretas es
decir, son los sí y los no que los chicos requieren para saber donde está la línea para que puedan
decidir si la cruza o no. En ocasiones el límite no funciona, porque no está definido
con claridad.
Es necesario enfocarnos en los
puntos fuertes y débiles del carácter y no sólo en su comportamiento
Libertad: puedes elegir
respetar o rechazar las reglas
¿Es una broma? ¿ Darle libertad a
mi hijo o hija?, Su adolescente probablemente haya hecho uso de la libertad
para tomar malas decisiones, sin embargo, la libertad es muy necesaria por un
par de razones: No se puede obligar a su adolescente a que elija lo correcto
ya que no podemos estar presentes todo el tiempo en su vida y aun si pudiera
obligar a su adolescente a hacer algunas cosas correctas, no le ayudaría a desarrollarse para llegar a
ser una persona madura y de carácter. Por lo tanto, la libertad para elegir mal, es necesaria para
aprender a elegir bien. Por supuesto, la libertad tiene un límite, si el problema pone en
riesgo su vida o su integridad.
Realidad: esto es lo que va a
pasar
La realidad es lo que existe en
términos de
consecuencias para mantener el equilibrio con el amor, la verdad y la libertad.
Es decir si elige usar su libertad para rechazar las reglas y cruzar la línea, deberá enfrentar las consecuencias, de
las cuales se le ha hablado previamente.
Por lo tanto un diálogo útil sobre límites con nuestro adolescente
dentro de una relación
profunda y de contacto sería:
1.- Te amo y estoy de tu lado
2.- Tengo algunas reglas y
requisitos para tu forma de actuar
3.- Puedes elegir, respetar o rechazar estas reglas, y;
4.- Esto es lo que sucederá si rechazas estas reglas
Tomado de:
Disciplina
con amor para adolescentes, Rosa Barocio, editorial PAX, México 2008
Cómo
llegar al corazón de sus hijos, Scott Turansky, Editorial Portavoz, México 2012
Perla Madrigal Montoya, Licenciada en Psicología especialista en Educación, actualmente colabora en el área de Psicopedagogía de la preparatoria Zoebisch, como tutora
y es docente en las materias de
orientación y
prevención de
adicciones.
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